Los yerros de Susana Rodríguez en mancuerna con Mochilas.
Han transcurrido 25 días de la embestida a la periodista Susana Carreño y más allá del conveniente aumento de su recuperación, y que la Fiscalía del Estado no da muestras de seguir en su averiguación, hallamos que ese atentado lanzó al hoyo de las desgracias a Susana Rodríguez Mejía, la representante local del gobernador Enrique Alfaro.
Resulta que aquella tarde del viernes primero de julio, el gobernador llamó a Susana Rodríguez para pedirle pormenores de la acometida a la periodista y tener información a la mano para el instante de contestar a los molestos periodistas. Esta le habría dicho que lo sucedido ante las oficinas del ejido Puerto Vallarta fue un intento de hurto, cometido posiblemente por primordiales delincuentes de barriada, bajadores de escasa monta. Y Alfaro le creyó. Admitió denominadas de medios nacionales e de todo el mundo narrando la misma historia.
En las próximas horas de aquel viernes, la verdad alcanzó al gobernador Alfaro al y trascender de la gravedad de las heridas que con arma blanca le provocaron a la periodista. El gobernador quedó exhibido como un ingenuo gobernador que intentó reducir el evento y en otras ocasiones se interpretó su juicio en la báscula de las sospechas.
Martha Susana Rodríguez Mejía es sin ni una duda una de las partes de más grande confianza de Alfaro Ramírez por dichos rumbos. Luego de su primera campaña electoral, la de 2012, Alfaro la mandó a Puerto Vallarta y le solicitó al alcalde Ramón Guerrero Martínez buscarle un lugar. Encontró acomodo en la oficina de interrelaciones públicas en donde confrontó toda clase de resistencia.
Ya en el 2015, además Alfaro ordenó a Arturo Dávalos Peña le abriera campo en la planilla y ha sido regidora hasta el 2018. En este año Alfaro se postuló de nuevo candidato a gobernador y triunfó. Se sabía apestada en los accesorios de Dávalos sin embargo el gobernador jamás la desamparó y la llamó directora regional de Turismo de Playa.